Una mirada ciudadana al barrio para fomentar la actividad física

Los estudios han demostrado que la organización de las ciudades y los pueblos influye en la calidad de vida de las personas.Pero ¿cuáles son los puntos fuertes y débiles de nuestras ciudades?Se han analizado dos barrios de Bilbao, de nivel socioeconómico medio-bajo, para responder a la pregunta: ¿cómo afecta la estructura del barrio a la actividad física y a la salud de sus habitantes? El diagnóstico se ha realizado con el apoyo de la ciudadanía, proceso que ha impulsado el empoderamiento y la acción social.

Las ciudades y los barrios no son neutrales. Su diseño responde a un propósito específico y tiene consecuencias directas en las personas residentes.  El diseño condiciona, entre otras cosas, la actividad física. Con un 45 % de sedentarismo en las ciudades europeas, es importante que los barrios faciliten al máximo la práctica de actividad física en el día a día de la ciudadanía. Esto, por supuesto, requiere un enfoque inclusivo de la planificación urbana.

La planificación urbana requiere un enfoque inclusivo

El estudio se ha llevado a cabo en dos barrios de Bilbao, concretamente Uribarri y San Francisco, con el objetivo de identificar los factores que condicionan la actividad física de la población. Aprovechando el conocimiento local y la colaboración activa de la ciudadanía, el proceso ha tenido un carácter participativo. Vecinos y vecinas, cámara de fotos en mano, han descrito en imágenes sus trayectos cotidianos y han  mostrado las limitaciones, los miedos y los puntos fuertes que encuentran en ellos.  Y por supuesto, estas fotos han ayudado a revisar el diseño del barrio. 

Diagnóstico comunitario

La ciudadanía ha identificado muchos de los factores que condicionan la práctica de actividad física en el barrio:

  • En cuanto a los espacios:  Se habla de la escasa oferta cultural y deportiva pública, y la privatización de la oferta deportiva genera inquietud. 
  • En cuanto a la accesibilidad: se ha señalado que la accesibilidad mecánica en los barrios vulnerables aún no se ha completado, lo que puede reducir la movilidad de muchos colectivos, sobre todo si se tiene en cuenta la orografía inclinada de muchos barrios. 
  • La percepción de seguridad también es un condicionante de primer orden a la hora de fomentar la movilidad activa. Se han mencionado los espacios oscuros: túneles, lugares abandonados, donde se concentran personas alcoholizadas, zonas de vandalismo… 
  • Se han detectado carencias en la gestión de los recursos: hay muchos espacios deteriorados como consecuencia de su abandono y se ha considerado imprescindible su readecuación e iluminación. Piden mejorar el acceso a los servicios y al transporte público.

La investigación ciudadana no se ha quedado en el mero diagnóstico. El proceso participativo ha empoderado a la ciudadanía: a partir de sus fotografías y los debates, han redactado conclusiones y formulado propuestas concretas para dar solución a los problemas y fomentar la actividad física. Así, se ha trasladado al Ayuntamiento de Bilbao el informe de recomendaciones políticas para la mejora del medio urbano. Se ha ampliado el conocimiento local con la sociedad y las instituciones a través de acciones tales como jornadas, exposiciones fotográficas, vídeo, web, redes sociales… Todo esto resulta innovador en materia de investigación sanitaria, porque, además de obtener conocimiento científico, se ha reforzado la conciencia ciudadana sobre la salud urbana y se ha potenciado la capacidad colectiva de la comunidad. 


AUTORÍA DEL ARTÍCULO

Ainara San-Juan-Escudero, Silvia Caballero-Sánchez, Julia Fernández-Alonso, Iratxe Pérez-Urdiales, Irati Ayesta Landaluce, Irrintzi Fernández-Aedo, Leyre Gravina Alfonso